domingo, 30 de mayo de 2010

Cristal Negro es el resultado de la búsqueda de la escenificación de textos poéticos.

Partiendo de un territorio de imágenes poéticas, los escritos de Alejandra Pizarnik, los distintos niveles del texto espectacular se despliegan en coherencia con los procedimiento literarios que son punto de partida. El inter texto, la cita, la repetición, tan presentes en la obra de la poeta, se ven reflejado en la actuación de María Emilia Ladogana y Nadyn Sandrone , el espacio, los objetos, la iluminación. La palabra es llevada a la escena no representada. Concebida por Eleonora Mónaco, autora y directora, como un soliloquio entre dos, un discurso que se desdobla en la acción cotidiana. Una situación mínima: una mujer se prepara para salir, pero elegir el calzado apropiado se torna una decisión ideológica y maquillarse una confrontación con la desmesura. Se reincide en un relato sin solución, un decir en el que quedan encerradas en la tragedia de la existencia por lo nombrado, empeñándose en la búsqueda de alguna certeza.

En Cristal negro se reúnen lo poético con la remisión cotidiana, lo entrañable que destilan los trabajos de Pizarnik con la desgarbada poesía del día a día. Se pasa de lo sublime a lo bizarro jugando con la misma impronta que se resuelve en un entramado coherente con la irrealidad que propone el universo poética.

El espacio, un cuadrado sin decorados ni salida, iluminado hasta la exasperación que los personajes recorren guardando un equilibrio plástico que lo ordena y caotisa. En un comienzo cada personaje desarrolla sus movimientos hacia uno de los lados, una diagonal las separa estableciendo un orden estatutario que se va modificando. El drama está en su forma esencial agonista antagonista, objeto reflejo, opresor sometido. El conflicto está en los cuerpos, el espacio, cómo resolver la otredad cuando lo propio y lo ajeno se confunden. Con el devenir de la acción va a romperse este desdoblamiento pasando por la indiferenciación hasta lograr la unidad en la que alguien debe partir. La ubicación de los espectadores en dos lados evita toda ilusión de objetividad, es límite y fondo. Cada quien decidirá en cual de estos roles vivir la experiencia espectatorial .

La banda sonora creada por Maia Mónaco remite a las mil voces que se entrelazan en las palabra de Pizarnik, es pensamiento , sonido interno y paisaje en la desolación de objetos . El vestuario de fiesta diseñado por Carlos Dipasquo termina de dar el hilo conductor que viste a este personaje Uno, que en principio aparece sólo con sostén y falda larga para terminar calzándose los zapatos tras haberse puesto y quitado varios pares, se pone el corset que Dos llevaba puesto, toma un necesaire y se coloco gafas oscuras para partir.


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